Has llegado aquí seguramente deseado el equilibrio y la armonía en ti y en lo que te rodea, descubrirás que si esta fuera, está dentro y si está dentro, esta fuera. A si que pronto y por suerte descubrirás, que tú eres responsable del equilibrio y la armonía en tu vida y sus alrededores.
¿Si de verdad quieres sanar? decidirás tomar las riendas de tu vida, y cambiar el rumbo, para no seguir por el mismo que te enfermo. Descubrirás también, que solo tú te puedes curar. Las personas nos curamos a nosotros mismos, nadie puede sanarte, eres tú el que se sana siempre, otra persona te puede ayudar a ver el camino de la sanación, pero te tienes que implicar, si esperas que otro u otros hagan la trasmutación por ti, estarás obviando tu responsabilidad en el conflicto y el proceso de resolución del mismo, sobre que te hace infeliz o que hace que tu salud plena que te mereces, se esté perdiendo.
Descubrirás que es importante saber que energías están a tu alrededor, la importancia de lo que metes en tu cuerpo por tu boca, nariz o pones en tu piel, también le darás tanta importancia al movimiento, como al reposo y a tus pensamientos, porqué de todo eso se nutre tu ser, para renovarse y mantener la vida desde el nivel energético y celular a diario.
Hipócrates el padre de la Medicina, hace unos 2400 años ya nos dejó esta información:
La fuerza natural dentro de cada uno de nosotros es el mayor sanador de todos. Todo en exceso se opone a la naturaleza. Debemos volvernos a la naturaleza misma, a las observaciones del cuerpo en cuanto a salud y enfermedad, para aprender la verdad. Toda enfermedad comienza en el intestino. Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento. No intentes jamás curar el cuerpo, sin antes haber curado el alma. Si alguien desea una buena salud, primero a de preguntarse si está listo para eliminar las razones de su enfermedad. Solo entonces es posible ayudarlo.